Bruxismo es el movimiento involuntario de apretar y/o rechinar los dientes, es inconsciente y se produce principalmente mientras dormimos.
Factores que aumentan el riesgo de bruxismo:
- El estrés, el aumento de la ansiedad o preocupaciones…
- Sustancias estimulantes: tabaco, bebidas con cafeína o alcohol o consumir drogas como la metanfetamina o éxtasis.
- Agresividad, personalidad competitiva o hiperactividad.
- Alineación anormal de los dientes superiores e inferiores (maloclusión).
- Otros problemas de sueño.
- Respuesta a un dolor de oído o dentición (en los niños).
- Complicación resultante de un trastorno, tal como la enfermedad de Huntington o la enfermedad de Parkinson.
Síntomas
- Los dientes se desgastan, se aplanan, y se pueden romper o astillar.
- Pérdida de esmalte en los dientes, dejando al descubierto
las capas más profundas del diente.
- Aumento de la sensibilidad dental.
- Daños provocados por la masticación en el interior de la mejilla y heridas en la lengua.
- Dolor en la mandíbula o tirantez en los músculos de la mandíbula.
- Dolor de oído, por las contracciones musculares de mandíbula, no un problema con el oído.
- Dolor de cabeza.
- Dolor facial crónico, dolor referido al cuello y espalda. En la imagen siguiente podéis ver las zonas en las que podemos notar dolor, sobrecarga muscular… de hecho podemos sentir molestias hasta el bazo o el pecho, no sólo en la mandíbula y cuello.
Recomendaciones
- Visitar al odontólogo.
- Evitar y/o aprender a gestionar el estrés, sea laboral o no.
- Evitar malos hábitos: morderse las uñas u objetos, mascar chicle, exceso de café, alcohol y té.
- Alimentación blanda.
- Dormir cómodo y entre 7-8 horas.
- Realizar algún ejercicio físico diario.
- Practicar técnicas o ejercicios de relajación o mindfulness.
- Psicoterapia: si existen desórdenes emocionales.
- Férulas de reposo o de descarga muscular: permite la relajación muscular.
- Rehabilitación: terapia manual, neuroestimulación eléctrica transcutánea y ultrasonidos… Podéis ver vídeos de automasaje, ejercicios… aquí
- Tratamiento farmacológico: comprende antiinflamatorios no esteroideos, analgésicos, ansiolíticos, hipnóticos, relajantes musculares y antidepresivos…
- Infiltraciones: se basa en la infiltración muscular de anestésicos.
- Otras terapias como la osteopatía y la acupuntura tienen buenos resultados.